viernes, 10 de abril de 2015

Devaluación: una mala palabra


Los países devalúan o revalúan de acuerdo a los contextos externos y no siempre eso implica aumento de la pobreza. Por ejemplo, en agosto de 2009 el dólar en Argentina estaba 3.84 y en agosto de 2008 3.02 (27% arriba), y no hubo un gran aumento de la población bajo la línea de pobreza. 

Para mí devaluar un 20% o 30% puede ser una decisión válida si se hace dentro de un plan integral que controle la inflación y tenga en cuenta el tipo de cambio real de nuestros socios comerciales.

No es casualidad que nuestras exportaciones estén cayendo en febrero 25% anual. Por ejemplo el tipo de cambio actual nos deja fuera de mercado a muchas PYMES industriales, que podíamos colocar bien productos en 2010 o 2011 con el dólar a 4 y ahora estamos perdiendo contratos de exportación. El tipo de cambio real multilateral obviamente nos perjudica.

No parece probable que un próximo gobierno pueda retomar el crecimiento de largo plazo de la economía y del empleo privado con el dólar fijo a 9 y las mismas restricciones al comercio exterior y al movimiento de divisas que existen hoy. La prueba: ya van 4 años con crecimiento del PBI bajo o nulo y freno total en la creación de empleo privado.¿Seguiremos así varios años más con inflación alta, producción y exportaciones en baja, y solo nuevos empleos en el Estado para quien se pueda acomodar?

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