jueves, 10 de abril de 2014

Una revolución comunista en Argentina.

Me pasaron para que lea un texto sobre la historia de la sociedad humana, desde una perspectiva marxista-leninista-maoista.

Me llamó mucho la atención que el autor afirme que el comunismo desapareció mediante una restauración capitalista en la URSS en 1957 y en China en 1978, y que lo que existió en ambas naciones luego de ello fue un falso comunismo de fachada, que escondía verdaderos social-imperialismos.

Finalmente, el autor declara a modo de conclusión: "En su lucha por el comunismo, la clase obrera debe realizar la revolución en cada país, forjando su partido de vanguardia e integrando el marxismo-leninismo-maoísmo, ciencia de la revolución, con las condiciones particulares de cada país.
En la Argentina, la lucha de la clase obrera contra la explotación y por hacer realidad el objetivo histórico de la sociedad sin clases, tiene planteado dirigir la lucha de todo el pueblo en una revolución de liberación nacional y social que termine con la dependencia del imperialismo y expropie a los terratenientes latifundistas para realizar una profunda reforma agraria, abriendo así el camino al socialismo".

Es verdad que el capitalismo en su fase imperialista se nutre de la ambición y la codicia humana, del deseo de obtener ganancias, muchas veces a cualquier precio. También es cierto que es causa de muchas guerras inventadas, para favorecer sus intereses y su expansión mundial.

Sin embargo, hay algunas dificultades que se me ocurren al pensar en una posible revolución comunista. Primero ¿cuántos de los empleados bajo relación de dependencia se sienten explotados u oprimidos y dispuestos a apoyar una vanguardia revolucionaria? ¿Lo son cuando en este país los que están en blanco tienen derecho al aguinaldo, vacaciones pagas, licencias por enfermedad, indemnización por despido, salario mínimo, paritarias por convenio? Es verdad que una gran parte de los trabajadores no acceden a esos derechos por estar desempleados o "en negro", incluso hay casos de trabajo esclavo. Pero no son la gran mayoría en este momento, lo que debilitaría las adhesiones a una revolución aunque su causa sea noble. Dicho esto, hay países donde sí hay una explotación y opresión extendida, pero no lo veo tan así en el nuestro.

¿La clase obrera es homogénea? La clase obrera industrial en Argentina tampoco incluye a todos los asalariados, y varios de ellos son propietarios de sus viviendas o tienen un pequeño comercio, por lo que dudo estarían a favor de una revolución que socialice la propiedad privada. Por último la reforma agraria me parece anacrónica luego de un proceso de tecnificación que dejó con pocos campesinos al campo y expandió la frontera agropecuaria y las exportaciones. ¿El Estado produciría más y mejor, con mayor cuidado ambiental que los privados? ¿No es mejor plantearse qué hacer con los impuestos para garantizar la alimentación sana y suficiente de los ciudadanos excluidos? ¿Qué haríamos para incluir a los trabajadores rurales expulsados a los centros urbanos?

También pienso que al imperialismo se lo neutraliza "algo" con una política exterior seria, estratégica, inteligente, que pueda evaluar ventajas y desventajas de todos los escenarios, que regule el porcentaje de mercado o recursos nacionales al que puedan tener acceso las grandes multinacionales, que condene los abusos de las potencias y trabaje para la multipolaridad cultivando relaciones y alianzas.

En lo personal, no me molestan que existan diferentes clases, mientras se eviten los monopolios, haya una clase media creciente con  movilidad social y se garantice un estándar mínimo de capital material y simbólico a las clases menos favorecidas, para que puedan salir de la pobreza.

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