sábado, 29 de marzo de 2014

¿El kirchnerismo fue una anomalía social-demócrata peronista?


De acuerdo a la declaración de principios de la Internacional Socialista, la organización mundial de partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas, la "socialdemocracia" adhiere a las siguientes ideas:

En mi opinión, el kirchnerismo representó con aciertos y desaciertos este conjunto de valores durante la mayor parte de sus gestiones. Sus alianzas y concertaciones con partidos por fuera del PJ conformaron la estructura inicial de un proyecto político con estas características. 

Sin embargo hubo dos momentos donde el gobierno pareció radicalizarse y se acercó más al populismo latinoamericano tradicional con una propaganda oficial agresiva, un discurso polarizador y divisor de la sociedad (en vez de integrador) y una intervención brusca, improvisada e ineficiente del comercio exterior y otros sectores económicos. El primero fue durante la "crisis con el campo" por la resolución 125 y otro momento la llamada "profundización del modelo" durante fines de 2011 y todo el 2012, donde se tomaron medidas similares a la gestión chavista (que a su vez son semejantes al peronismo de 1946-1952 y de 1973-1974).

 Aparentemente, la sociedad argentina decidió acompañar más al kirchnerismo en sus etapas moderadas (con excelentes resultados electorales en 2005, 2007 y 2011) y lo castigó en sus intentos de radicalización (2009 y 2013).

En estos últimos meses se ve una tendencia a dejar de lado algunas banderas típicas de la izquierda para hacer un giro hacia un mayor "conservadurismo popular ortodoxo", que también ha convivido con el peronismo desde sus inicios. Un cambio posiblemente influenciado por el revés electoral y la revitalizada presión de los factores de poder para que Argentina se aleje del modelo populista bolivariano.

Creo que si Cristina hubiese continuado con medidas más cercanas a las socialdemocracias del siglo XXI, con un manejo económico más prudente y menos inflacionario, mayores inversiones en infraestructura y transporte público, sumado a un discurso integrador menos agresivo, tranquilamente el resultado de 2013 habría sido diferente y posiblemente el FPV tendría mucho más acompañamiento popular que el que está registrando en este momento. 


martes, 25 de marzo de 2014

¿Tiene chances el Frente Progresista-UNEN en 2015?

Si repasamos los resultados de las elecciones parlamentarias del año pasado, se puede ver que aproximadamente un 25% de los ciudadanos eligieron legisladores de la UCR, del FAP, del UNEN o de frentes locales integrados por las mismas fuerzas. No parece ser mucho para una presidencial, donde se necesita por lo menos un 40% y una distancia de 10 puntos para ganar en primera vuelta.

 ¿Pero qué pasaría si el peronismo se fragmenta en tres? ¿Qué pasaría si el kirchnerismo va con un candidato propio como Randazzo o Uribarri, obligando a Scioli a competir por afuera del FPV, y si Massa no declina su candidatura en el Frente Renovador?

 Es posible entonces que el candidato de FAP-UNEN que gane las primarias llegue a seducir al 25-30% del electorado que acompañó constantemente a sus diferentes coaliciones en 2009, 2011 y 2013. Y este 25-30%, aunque pobre, podría ser suficiente para acceder a un ballotage contra Massa, Scioli o Randazzo/Uribarri. (Por el momento Macri no despega mucho en las encuestas)

En los últimos años fue terrible la performance de estas fuerzas no justicialistas en las elecciones a gobernadores. Sólo lograron el acompañamiento de una porción de la clase media tradicional, pero casi nada de jóvenes, y mucho menos sectores de ingresos bajos. Esto contribuyó a fortalecer la estructura hegemónica del "matrimonio" Kirchnerismo-PJ, que en su momento de apogeo llegó a contar con el 80% de los mandatos ejecutivos en los 50 distritos más poblados del país (tanto provincias como municipios). De los distritos grandes solo Corrientes, Santa Fe, Córdoba capital y Rosario tienen gobernadores o intendentes que pueden identificarse dentro de este armado opositor al gobierno nacional.

Sin embargo, juzgando por los resultados de 2013, hay por lo menos diez provincias sumadas a la Ciudad de Buenos Aires, donde podría llegar a ganar esta nueva coalición de centro-izquierda moderada. Obviamente sólo si prevalecen la renovación generacional, la unidad programática, la visión estratégica y el deseo de triunfar.

Si bien la política no se debe explicar matemáticamente, pareciera insinuarse una lista de provincias con altas probabilidades de tener un gobernador del FAP-UNEN en 2015, teniendo en cuenta la suma de votos de esas fuerzas en Octubre de 2013 (o sumaron más de 40%, u obtuvieron entre 25% y 39% pero casi empatados con el otro partido mayoritario).

1. C.A.B.A. 32,2%
2. CORDOBA 29,4%
3. SANTA FE 42,3%
4. MENDOZA 49,6%
5. CORRIENTES 47,1%
6. JUJUY 39,8%
7. CATAMARCA 40%
8. LA RIOJA 46,5%
9. LA PAMPA 34,4%
10. RIO NEGRO 40,7%
11.SANTA CRUZ 42,1%

Según mi visión del mundo y la política, las sociedades "respiran" y establecen bases para progresar mediante la alternancia de diferentes liderazgos y cuadros políticos en la función pública. Y en algún momento será necesario para la maduración democrática e institucional que las fuerzas de tradiciones radicales-socialistas (u otras nuevas) accedan al poder y terminen por lo menos un mandato constitucional de cuatro años, o dos períodos consecutivos.

¿En caso de que en un futuro cercano ganen, aprenderán de los errores del período alfonsinista y de la Alianza? ¿Podrán incorporar el crecimiento económico, la infraestuctura y la seguridad a la identificación tradicional de radicales y socialistas con la educación, la salud y la justicia? ¿Estarán esas fuerzas alguna vez a la altura de las circunstancias?